Sutil, delicado y sofisticado, este whisky escocés es un excelente trago para momentos antes de la cena o como aperitivo. Pruébalo con unas gotitas de agua en tu copa para que exprese toda su complejidad. Es un whisky placentero, aromático, ligero, que combina a la perfección con una tarta de queso si prefieres la opción de tomarlo con el postre.